14-02-2006 por Maquena

El partido se presentaba en principio, con las bajas de Pablo y Álvaro, en principio los 2 pívots titulares contra uno de los equipos que está comandando la clasificación.

A pesar de ello, en los 4 primeros minutos, nuestro equipo fue por delante en el marcador y anotar tras quitarse los nervios. Miró y Alfredo parecían controlar bien los ataques y los villenenses no acertaban con nuestra canasta. Pero a partir del minuto 5, los locales despertaron y empezaron a anotar con fluidez.

Lejos de amilanarse los nuestros, con la salida de Roig, Carlos y Canicio, empezaron a ver aro, haciendo que las ventajas no fuesen más allá de los 10 puntos hasta el minuto 16 (31-19). A partir de este momento, una sequía anotadora, debido al aumento del nivel defensivo de los locales y al pasotismo arbitral (el señor colegiado no llegó a ducharse después del partido, haciendo su terreno particular los 4 metros cuadrados a partir de la mesa de anotadores y además comentaba a nuestros jugadores que “acabasen rápido pues tenía ganas de ver el fútbol”), hizo que los nuestros, empezasen a perderse en su juego de ataque y que las diferencias se ampliasen hasta el final.

Un dato más: como sería el señor colegiado y su pasotismo que hasta incluso jugadores locales ganando de más de 50 puntos, entraron en varias protestas puesto que no entendían que había pitado, a lo que él les respondía que “puede ser que no haya visto la jugada, pero si no la he visto es porque me duele la rodilla y no puedo correr”. Además, se giró varias veces hacia el banquillo castallense, sugiriendo al Entrenador “que si por él fuera pitaría el final ya”.

En nuestra modesta opinión, después de haber sufrido varios arbitrajes este año muy parecidos, no nos parece correcta esta actitud y entendemos que nuestro equipo, aunque no tenga el nivel de otros, se merece que los árbitros, arbitren con total concentración y disposición sólo por el respeto que nuestro mismo equipo tiene con ellos. Este es el sentir de un equipo, que al no poder manifestarlo en el terreno de juego, ya que nos coserían a técnicas, tiene que manifestarlo por escrito.