08-02-2004 por Raúl
Ayer se vivió un buen partido de baloncesto en Castalla, ante un rival duro como lo era el Coriex (que ya ganó al Castalla en la ida con bastante claridad).
El partido estuvo muy igualado durante todo el encuentro, con poca anotación eso sí, debido a la mala selección de tiro por parte de los dos equipos.
El último cuarto fue muy intenso. El marcador estaba muy apretado. Los visitantes estaban 5 arriba en el marcador, pero gracias a una buena defensa y al acierto en los tiros libres de Javi el Castalla empató el partido. En una jugada, Carlos recuperó un balón, lo pasó hacia Pablo y éste encestó un triple que el árbitro lo consideró de dos justificándose en que el jugador del Castalla pisó la línea a la hora de lanzar. Cosa que fue absolutamente falsa, Pablo no pisó la línea en ningún momento. El Castalla aún así se puso dos arriba, pero no sirvió para ganar el partido porque más tarde el equipo ilicitano con una canasta de dos empataría el partido. Se llegó pues a una prórroga que nunca debió llegar, porque el marcador final de verdad fue 40 – 39 , pero el árbitro no lo vio así.
En la parte de la prórroga el Coriex dominó totalmente. El Castalla acusó mucho el que Javi no pudiese jugar por expulsión y que Pablo estuviese tocado de una jugada anterior, y no anotó ni un solo punto en la prórroga. El Coriex finalmente ganó injustamente el partido por 39 – 46.
Es realmente duro ver como un equipo pequeño, que prácticamente se está enseñando a jugar a baloncesto, que juega contra un gran equipo y hace méritos para ganar el partido (y de hecho lo gana), con el esfuerzo que supone, venga un cualquiera a robarnos el partido. Se siente una impotencia muy grande. Se puede perder el partido, sí, pero otra cosa es que te lo roben.
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